UN AGENTE Y UN ASESINO
Un Jefe de Policía al ver a un Agente que golpeaba a un Asesino se indignó mucho y le dijo que no lo hiciese nunca más bajo pena de expulsión.
"No sea tan duro conmigo —dijo el Agente sonriendo— le estaba pegando con una porra de trapo".
"Sin embargo, insistió el Jefe de Policía, ha sido una libertad que debió de ser muy desagradable, aunque no lo lastimase. Haga el favor de no repetirlo".
"Pero, dijo no obstante el Agente sonriendo, era un Asesino de trapo".
Al tratar de expresar su satisfacción, el Jefe de Policía estiró su diestra con tal violencia que se le rompió la piel del sobaco y un chorro de serrín salió de la herida. Era un Jefe de Policía de trapo.
Ambrose Bierce, Fábulas fantásticas.